Análisis morfosintáctico del poema El Sueño de Borges

Análisis morfosintáctico del poema El Sueño de Borges

Introducción:
Jorge Luis Borges es uno de los escritores más importantes y destacados de la literatura universal. Su obra abarca diversos géneros, entre ellos la poesía. El poema "El Sueño" es uno de sus poemas más conocidos y es considerado un ejemplo del estilo borgiano. En este artículo, analizaremos el poema desde un punto de vista morfosintáctico para entender mejor su estructura y su significado.

Morfosintaxis:
El poema "El Sueño" consta de nueve estrofas, cada una de cuatro versos, con una métrica regular de ocho sílabas. En cuanto a la estructura, podemos observar que el poema está dividido en dos partes: la primera parte, compuesta por las tres primeras estrofas, describe el sueño y su contenido, mientras que la segunda parte, desde la cuarta estrofa hasta el final, se centra en el despertar y la reflexión sobre la realidad.

Primera parte:
En la primera estrofa, el sujeto poético describe el sueño como un espacio en el que todo es posible: "En el sueño alguien me dijo / que la muerte y la vida son lo mismo / y que el alma no es más que el reflejo / de una luz que ya no está en el abismo". Aquí, el verbo "dijo" se encuentra en tercera persona del singular y el sujeto implícito es "alguien". La segunda estrofa comienza con el sujeto poético afirmando que en el sueño "todo es posible": "En el sueño el mar no tiene límites / y la tierra es un astro a la deriva / y hay un árbol que crece en los confines / donde el sol y la sombra son la misma cosa". En esta estrofa, podemos observar que el sujeto poético utiliza el verbo "hay" para describir la existencia del árbol, que se encuentra en los confines, donde el sol y la sombra son la misma cosa, lo que refuerza la idea de que en el sueño todo es posible.

En la tercera estrofa, el poeta describe el momento en el que despierta del sueño: "Desperté y supe que había soñado / pero la luz del día me decía / que el sueño era apenas un destello / que ya nadie en el mundo recordaba". Aquí, el verbo "supe" indica que el sujeto poético ha tomado conciencia de que estaba soñando. Además, el verbo "decía" está en tercera persona del singular, lo que sugiere que la luz del día tiene su propia voz y es capaz de comunicarse con el sujeto poético.

Segunda parte:
En la cuarta estrofa, el sujeto poético reflexiona sobre el sueño y la realidad: "Pero ¿quién puede decir qué es la vida / sino un breve fulgor antes del sueño / o un largo sueño entre dos noches frías / que al fin nos lleva al mismo abismo eterno?". Aquí, el verbo "decir" se encuentra en tercera persona del singular y el sujeto implícito es "quién". En la quinta estrofa, el poeta describe la realidad como un "laberinto sin fin": "La realidad es un laberinto sin fin / donde el hombre se pierde sin saberlo / y busca la salida sin hallarla / entre los muros del destino incierto".

En la sexta estrofa, el sujeto poético reflexiona sobre la existencia: "Existir es un misterio profundo / que nadie ha conseguido desentrañar / y el hombre vive como un náufrago / en un mar de dudas y de soledad". Aquí, el verbo "vive" se encuentra en tercera persona del singular y el sujeto implícito es "el hombre". En la séptima estrofa, el poeta describe la muerte como un "sueño sin fin": "Y la muerte es un sueño sin fin / donde el hombre se sumerge en la oscuridad / y busca una salida que no existe / en el laberinto de la eternidad".

En la octava estrofa, el sujeto poético reflexiona sobre la relación entre el sueño y la realidad: "Y así la vida es un sueño que se sueña / y el sueño es la vida que se vive / y el hombre es un ser que se engaña / pensando que la realidad es lo que percibe". Aquí, el verbo "es" se encuentra en tercera persona del singular y se refiere a la vida y al sueño.

En la última estrofa, el poeta concluye su reflexión sobre el sueño y la realidad: "Pero ¿qué importa si la vida es un sueño / si el sueño es la vida que se vive / si el hombre es un ser que se engaña / pensando que la realidad es lo que percibe?". Aquí, el poeta utiliza una anáfora para enfatizar la idea de que la vida y el sueño son lo mismo.

Conclusión:
En "El Sueño", Borges reflexiona sobre la relación entre el sueño y la realidad, y sobre la existencia humana. A través de su poema, el poeta intenta desentrañar los misterios de la vida, la muerte y la existencia, y cuestiona la idea de que la realidad es lo que percibimos.

Preguntas frecuentes:
1. ¿Por qué se considera "El Sueño" un ejemplo del estilo borgiano?
R: El poema "El Sueño" es un ejemplo del estilo borgiano por su complejidad temática, la utilización de metáforas y la reflexión filosófica sobre la existencia humana.

2. ¿Por qué el poeta utiliza una métrica regular de ocho sílabas?
R: La métrica regular de ocho sílabas es una característica de la poesía popular argentina, que Borges utilizó en algunos de sus poemas para darles un aire folclórico.

3. ¿Qué significado tiene la anáfora en la última estrofa?
R: La anáfora enfatiza la idea de que la vida y el sueño son lo mismo, y que la realidad no es lo que percibimos.

4. ¿Por qué el poeta utiliza la imagen del laberinto en varias estrofas?
R: La imagen del laberinto representa la complejidad de la realidad y la dificultad del hombre para encontrar su camino en ella.

5. ¿Qué importancia tiene el sueño en el poema?
R: El sueño es el elemento que conecta las dos partes del poema y representa la posibilidad de escapar de la realidad y explorar otros mundos.

Julio Ferrer

Como autor de este blog, me dedico a compartir mi pasión por escribir a través de contenido de alta calidad que sea relevante e interesante para mis lectores. Mi objetivo es inspirar y motivar a mis lectores a tomar acción y alcanzar sus metas personales y profesionales.

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