Motocine Barajas: el sueño truncado de modernidad de Armendariz

En la década de 1950, el cine empezó a perder su monopolio como medio de entretenimiento. La televisión, que se popularizó en los hogares, y la aparición de nuevos formatos de ocio como los parques temáticos o los centros comerciales, hicieron que los espectadores empezaran a buscar nuevas experiencias. Fue entonces cuando surgió una idea innovadora: el motocine. Y uno de los pioneros en España fue el cineasta Luis García Berlanga, quien junto con el productor Jesús Franco fundó el Motocine Barajas.

El motocine consistía en una pantalla gigante instalada en un terreno al aire libre y rodeada por coches, motos o cualquier otro vehículo que sirviera como butaca. La idea era que los espectadores pudieran disfrutar de las películas desde la comodidad de su propio vehículo. Era una forma de modernizar el cine y adaptarlo a las nuevas tendencias de la época.

Pero fue el director Luis García Berlanga quien llevó la idea del motocine a un nivel superior. Junto con el productor Jesús Franco, creó el Motocine Barajas, un cine al aire libre situado en las afueras de Madrid. El recinto, que contaba con una pantalla gigante y capacidad para más de 400 vehículos, se convirtió en un lugar de moda y en un símbolo de modernidad en plena dictadura franquista.

El Motocine Barajas proyectaba películas de estreno y contaba con una programación variada que incluía géneros como el western, el cine de terror o los musicales. Pero no solo eso, el recinto ofrecía servicios como un bar, una tienda de souvenirs o un lavado de coches. Era toda una experiencia que atraía a un público heterogéneo y que se convirtió en un fenómeno social.

Sin embargo, el sueño de modernidad de Berlanga y Franco se truncó. El Motocine Barajas cerró sus puertas en 1970, víctima de la falta de inversión y de la competencia de otros formatos de ocio. Pero su legado perdura en la memoria de aquellos que lo vivieron y en la historia del cine español.

El contexto histórico del motocine

El motocine surgió en Estados Unidos a mediados de los años 30, como una forma de adaptar el cine a las nuevas tendencias de la época y a las necesidades de un público cada vez más exigente. La idea se popularizó rápidamente y se extendió por todo el mundo, llegando a países como México, Brasil o España.

Pero en el caso de España, el motocine tuvo que hacer frente a un contexto histórico complicado. Durante la dictadura franquista (1939-1975), el cine estaba controlado por el Estado y era utilizado como herramienta de propaganda política. Se prohibían películas que no se ajustaran a los valores del régimen y se fomentaba un cine nacionalista y conservador.

Por eso, la aparición del motocine fue vista como una forma de modernizar el cine y de adaptarlo a las nuevas tendencias, pero también como una forma de escapar del control del régimen y de ofrecer un cine alternativo.

El legado de Berlanga y Franco

Luis García Berlanga y Jesús Franco son dos de los cineastas más importantes de la historia del cine español. Berlanga, autor de películas como "Bienvenido, Mister Marshall" o "El verdugo", es considerado uno de los padres del cine español moderno. Franco, por su parte, fue un director prolífico y polifacético que dejó su huella en géneros como el cine de terror o el erótico.

Pero ambos cineastas también compartieron la pasión por el motocine y fueron pioneros en su implantación en España. El Motocine Barajas fue su proyecto más ambicioso y su legado perdura en la memoria de aquellos que lo vivieron y en la historia del cine español.

El fenómeno social del motocine

El Motocine Barajas no solo fue un cine al aire libre, fue también un fenómeno social que atrajo a un público heterogéneo y que se convirtió en un símbolo de modernidad en plena dictadura franquista. El recinto ofrecía una experiencia única que incluía servicios como un bar, una tienda de souvenirs y un lavado de coches.

Además, la programación del Motocine Barajas era variada y atractiva. Se proyectaban películas de estreno y se incluían géneros como el western, el cine de terror o los musicales. Era una oferta que satisfacía los gustos de un público diverso y que convirtió al recinto en un lugar de moda.

El cierre del Motocine Barajas

Pese a su éxito inicial, el Motocine Barajas no logró mantenerse a flote. La falta de inversión y la competencia de otros formatos de ocio como los centros comerciales o los parques temáticos, hicieron que el recinto cerrara sus puertas en 1970. Fue el fin de una era y el adiós a un símbolo de modernidad en plena dictadura franquista.

Conclusiones

El Motocine Barajas fue una idea innovadora que surgió en plena dictadura franquista y que buscaba modernizar el cine y adaptarlo a las nuevas tendencias de la época. Fue un proyecto ambicioso que contó con el apoyo de dos de los cineastas más importantes de la historia del cine español: Luis García Berlanga y Jesús Franco.

Pese a su éxito inicial, el Motocine Barajas no logró mantenerse a flote y cerró sus puertas en 1970. Fue el fin de una era y el adiós a un símbolo de modernidad en plena dictadura franquista. Pero su legado perdura en la memoria de aquellos que lo vivieron y en la historia del cine español.

Preguntas frecuentes

¿En qué consistía el motocine?

El motocine consistía en una pantalla gigante instalada en un terreno al aire libre y rodeada por coches, motos o cualquier otro vehículo que sirviera como butaca. La idea era que los espectadores pudieran disfrutar de las películas desde la comodidad de su propio vehículo.

¿Quiénes fueron los pioneros del motocine en España?

Dos de los pioneros del motocine en España fueron el cineasta Luis García Berlanga y el productor Jesús Franco, quienes fundaron el Motocine Barajas en las afueras de Madrid.

¿Por qué el motocine fue visto como una forma de modernizar el cine en España?

Durante la dictadura franquista, el cine estaba controlado por el Estado y era utilizado como herramienta de propaganda política. Por eso, la aparición del motocine fue vista como una forma de modernizar el cine y de adaptarlo a las nuevas tendencias, pero también como una forma de escapar del control del régimen y de ofrecer un cine alternativo.

¿Por qué fracasó el Motocine Barajas?

El Motocine Barajas cerró