Sueños surrealistas en 'El día que Selma soñó con un okapi': crítica

La novela "El día que Selma soñó con un okapi" de Mariela Peña-Pérez, ha sido elogiada por su uso de la metáfora y los sueños surrealistas para explorar temas como la identidad, la memoria y la familia. La protagonista de la historia, Selma, es una joven que está luchando por encontrar su lugar en el mundo y su identidad después de la muerte de su madre. En su búsqueda, Selma comienza a tener sueños cada vez más extraños y surrealistas que la llevan a un viaje emocional y psicológico que la cambia para siempre.

En esta crítica, analizaremos el papel de los sueños surrealistas en la novela y cómo ayudan a construir la narrativa y el desarrollo de la protagonista.

El uso de la metáfora

La metáfora es un componente clave en los sueños surrealistas de Selma. A través de los sueños, Selma explora su subconsciente y sus emociones reprimidas. La metáfora le permite a la autora explorar temas importantes de una manera poética y simbólica.

Por ejemplo, en uno de los sueños, Selma se ve a sí misma caminando por una playa llena de conchas y basura. Esta metáfora representa la carga emocional que Selma lleva consigo después de la muerte de su madre. La playa simboliza el mar de emociones que Selma está tratando de navegar, mientras que la basura representa las emociones negativas que la están pesando.

Los sueños como herramienta para el desarrollo del personaje

Los sueños surrealistas de Selma también ayudan a desarrollar su personaje. A medida que Selma experimenta diferentes sueños, comienza a comprenderse a sí misma y a su lugar en el mundo de una manera más profunda.

Por ejemplo, en un sueño, Selma se encuentra en un bosque oscuro y desconocido. Allí, se encuentra con un okapi, un animal que nunca había visto antes. La aparición del animal simboliza la naturaleza desconocida de la vida y la necesidad de explorar lo desconocido para encontrar respuestas. El okapi también representa la propia identidad de Selma, que es única y diferente a cualquier otra cosa.

La importancia de los sueños en la novela

La novela de Peña-Pérez utiliza los sueños surrealistas de Selma para explorar temas universales como la identidad, la memoria y la familia. Los sueños son una herramienta importante para abordar estos temas de una manera simbólica y poética.

Además, los sueños ayudan a explorar la complejidad de la mente humana y la capacidad de procesar emociones y recuerdos de una manera no lineal.

Conclusión

"El día que Selma soñó con un okapi" es una novela que utiliza los sueños surrealistas para explorar temas importantes de una manera poética y simbólica. Los sueños ayudan a desarrollar el personaje de Selma y a explorar su subconsciente y emociones reprimidas. Además, los sueños son una herramienta importante para abordar temas universales como la identidad, la memoria y la familia.

Preguntas frecuentes

¿Por qué son importantes los sueños surrealistas en la novela?

Los sueños surrealistas son importantes en la novela porque ayudan a desarrollar el personaje de Selma y a explorar temas importantes de una manera poética y simbólica.

¿Qué papel juega la metáfora en los sueños de Selma?

La metáfora es un componente clave en los sueños surrealistas de Selma. A través de la metáfora, Selma explora su subconsciente y sus emociones reprimidas.

¿Cómo ayudan los sueños surrealistas a explorar la complejidad de la mente humana?

Los sueños surrealistas ayudan a explorar la complejidad de la mente humana al presentar emociones y recuerdos de una manera no lineal.

¿Por qué es importante explorar temas como la identidad, la memoria y la familia en la novela?

Es importante explorar temas como la identidad, la memoria y la familia en la novela porque son temas universales que todos podemos relacionar. Además, estos temas ayudan a desarrollar el personaje de Selma y su viaje emocional y psicológico.

¿Qué representa el okapi en la novela?

El okapi representa la naturaleza desconocida de la vida y la necesidad de explorar lo desconocido para encontrar respuestas. También representa la propia identidad de Selma, que es única y diferente a cualquier otra cosa.